A pesar del día tan desapacible que hacía, pasamos una agradable jornada donde tuvimos de todo; momentos de sol, lluvia con la presencia del arco-iris y hasta vimos caer unos copos de nieve.Aunque Manolo nos dió una soberana paliza,bajo mi opinión, por la falta de costumbre, contemplamos y disfrutamos de unas magníficas panorámicas hasta llegar a la cueva de La Magdalena.Finalmente disfrutamos de una agradable comida en el restaurante " Maite " degustando unas deliciosas alubias y unos pimientos rellenos.Bueno, con ganas de repetir.Un " hurra " por Manolo.
